Triste está mi corazón
los ojos están brillantes
por las perlas de
mis lágrimas
A semejanza a
una flor, hoja a hoja
pétalo a pétalo
desgarrada está mi alma
cinco mil intentos
hice y en el
final de mi vida
tengo las manos vacías
¡Padre! Yo te pregunto
¿Qué no existe recompensa?
¿es que todo es mentira?
Es que la suerte es
de algunos no importa
como se logra
Con tanto amor
te serví
para que tanta valía
si me diste a cuenta gotas
las pequeñas alegrías
Entonces llegó el mensaje
y un océano de calma
cobijó mi corazón
de mi boca temblorosa
el perdón iba saliendo
Nadie tenía la culpa
era yo la equivocada
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